El autoritarismo no solo se da en el ámbito gubernamental… se da en todos los ámbitos de la vida diaria.
En el hogar, en relaciones de pareja o de amigos, en las organizaciones públicas y privadas, en instituciones de todo tipo: benéficas, religiosas, sanitarias, judiciales, escolares, empresariales; medios de comunicación, redes sociales, etc.
El autoritarismo es un código, una impronta, que trae una buena parte de la población. De hecho, hemos estado en un periodo vertical, basta con ver la historia: monarquías, totalitarismo, etc.
Es muy probable que convivas con alguien que tenga este código (o varios códigos de autoritarismo) o que tú lo(s) traigas en tu ADN.
Línea 1, diseño humano.
El que trae este código necesita sentirse jefe, ser “el jefe de la manada”, del grupo, de la clase, de la banda, de la institución, de la organización, de la expedición, de la relación, de la casa, etc., etc., etc.
Sin embargo, es necesario hacer un trabajo interior.
Todos tenemos necesidades internas. Eso no quiere decir que vayamos afectando el bienestar de los demás para suplirlas.
Aquel que trae el código del autoritarismo, o también denominado de jefatura, trata, por lo general, cuando no ha hecho un trabajo interior, de imponer su forma de pensar, sus deseos y expectativas, sus gustos, su modo de actuar. Espera que los demás piensen como él/ella piensa, desea, gusta, actúa, etc.
El autoritarismo socava en el interior de los demás, afectando su autoestima, su autenticidad, su unicidad. De hecho, afecta el bienestar de las personas.
Padres/madres autoritarias que no permiten que sus hijos se expresen libremente, cono son en realidad.
Maestros que imponen su forma de ser apabullando el potencial de sus estudiantes, quienes lo asumen por temor a un castigo.
Jefes institucionales que no permiten el desarrollo de sus empleados, y que solo se limitan a dar órdenes.
“Gurús” que solo quieren imponer sus creencias y/o percepciones…
Líderes de todo tipo que solo buscan imponer su voluntad…
Personas que, de una manera o de otra, tratan de mantener lo establecido, lo clásico, lo que ellos solo conocen.
El autoritario, cuando no tiene estabilidad emocional ni solidez en su accionar, suele imponerse usando la violencia, traducida en gritos, gestos provocadores, palabras agresivas, golpes, mensajes provocadores, críticas altamente destructivas, insultos, miradas “que matan” … Muchos, incluso, con su sola presencia “se imponen” … ¿Lo has notado?
En muchos otros casos, el autoritarismo se manifiesta con la creación de leyes, regulaciones o mandatos que no favorecen a todos por igual. De hecho, el autoritarismo se contrapone a lo democrático.
Toda institución marcada por la verticalidad es una institución codificada con autoritarismo. ¿Conoces alguna?
Muchos de los que traen este código son acosadores… y el acoso no es solo de tipo sexual. ¿Lo has experimentado?
Por otro lado, los que traen este código son investigadores por naturaleza, necesitan investigar, investigar, investigar para profundizar y así adquirir seguridad en su accionar.
De allí que pueden aportar poniendo bases sólidas con información muy útil y valiosa, cuando actúan desde su verdadero Ser, y siguiendo las estrategias correspondientes.
Su jefatura se basa en esto precisamente. Es el jefe en esto o aquello porque ha investigado y ha verificado, e incluso, en algunos casos, experimentado.
¿Alguna vez has visto a un niño al que le regalan un juguete e inmediatamente empieza a desarmarlo? Allí está el código en plena acción. Muchas veces la ignorancia de los padres o de quienes están al cuidado del niño los lleva a actuar de modo contraproducente afectando el Ser de ese niño. He visto padres que castigan a sus hijos cuando desarman sus juguetes. Es así como este código empieza a manifestarse desde el No-Ser, desde el miedo, con violencia y agresividad.
¿Qué hacer si traes el código del autoritarismo?
Es recomendable:
- Auto conocerte y a auto observarte. ¿Cómo piensas? ¿Qué deseas? ¿Cuáles son tus gustos, tus expectativas? ¿Reconoces tus necesidades internas?
- Tomar consciencia del momento en que este código se manifiesta en ti.
- Comprender que cada ser humano es único y diferente y no todos tienen la misma forma de pensar, de sentir ni de actuar, ni las mismas necesidades.
- Respetar la unicidad de los demás.
- Estabilizarte emocionalmente antes de relacionarte con los demás.
- Investigar durante el tiempo y modo necesario para que tus miedos se disipen y tengas solidez en tu actuar, de modo que no necesites recurrir a la violencia.
¿Qué hacer si vives o te relacionas con alguien que es autoritario?
Tienes dos opciones: o sigues “aguantando” o te alejas, como lo hago yo. Hoy me alejo de todos aquellos seres autoritarios que puedo reconocer, sin importar quién sea. Mi bienestar no es negociable.
- Escucha tu sabiduría interior.
- Si no estás a gusto con esa persona, ¿Qué te hace mantenerte a su lado? Lo más probable es que algún aspecto de tu No-Ser te mantenga allí. Te invito a descubrirlo.
En todos los casos, el autoconocimiento es fundamental para vivir con bienestar, solos o acompañados.
No se trata de culpar al otro. Se trata de que cada uno actúe desde lo que Es, escuchando a su sabiduría interior.
¿Quieres empezar y quieres que te guíe en este proceso?
Mi programa de Coaching Iniciatico puede ser para ti.
Nos vemos.
